martes, 20 de abril de 2021

Las espadas anilladas

En el crepúsculo de la antigüedad y el alba del Medievo; en ese turbulento tiempo llamado el periodo de las migraciones, cuando las tribus barbarás despedazaban el antiguo imperio en lo que serían los reinos medievales, las legendaria spatha de la caballería auxiliar ya había desplazado a la gladius que conquistó el mundo por el siglo III d.C., pero su evolución no quedaría ahí, la spatha fue adoptada por las gentes más pudientes de los pueblos germánicos.

En la ciénaga de Vimose, la cual ya mencionamos en esta página, podemos encontrar spathas en el contexto germánico ya en el siglo II d.C. La evolución natural de estas armas agermanadas, pasando por modelos transitorios como las denominadas Krefeld-Gellep del siglo V d.C., en honor al yacimiento homónimo, son emblemáticas de este proceso. En el siglo V, ya con el colapso total de Roma, la spatha da paso definitivamente a la espada de las migraciones en sus diferentes formas. Aparecen estas espadas como armas nobles y ricamente decoradas, auténticos artículos de lujo y de prestigio.

Pero hoy quería centrarme en una tipología concreta, llamativa por su elemento decorativo diferenciador, uno lleno de simbolismo, las espadas anilladas. Trátase de armas siempre ricamente decoradas, lo que supone que estaban destinadas a personas de alto poder adquisitivo y/o prestigio. Todas lucen un hermoso anillo a un lateral del mango. Todo apunta que este extravagante elemento era una forma de anillo juramental, elemento muy común en el mundo germánico, pero ¿a quién juraban? Siguiendo esa pregunta solo podemos suponer: ¿a sus dioses? ¿a sus señores? ¿a sus familias? … Se ha especulado con la posibilidad que fuesen elemento común en la guardia de nobles o para sus guerreros de mayor prestigio y confianza.

Estas piezas, aunque costosas, no eran escasas, ya que tenemos casi 80 ejemplos de esta tipología concreta repartida entre Francia, Finlandia, Alemania, Inglaterra (con un estilo único en Kent), Italia y Escandinavia, como espada tardía del periodo de las migraciones que es. Su difusión fue grande y alcanzó gran popularidad en los siglos VI y VII d.C.

Pudiese ser que este arma fuese la legendaria espada que Beowulf blandió “hring-mæl”, marcada por el anillo; marcada pues, por su juramento; una espada atada a un juramento, algo digno de un héroe épico como él.

Las espadas anilladas vieron su ocaso con la cristianización de gran parte de Europa en tiempos de Carlomagno, perdiendo poco a poco su magnetismo en esos territorios. También con la crisis de la era Vendel pasaron poco a poco a ser de esos objetos que nombran en las leyendas los escaldos de la era vikinga, pero la espada de las migraciones sobreviviría, en concreto la espada franca merovingia, tan codiciada por su excelente metal, sería su heredera y, de esta, las espadas vikingas que asolaron Europa y mas allá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario